De W. Somerset Maugham siempre se dirá poco. Escritor, viajero incansable, autor más vendido durante la década de 1930, agente de inteligencia británico, guionista cinematográfico, dramaturgo. No sabemos a ciencia cierta sí lo hace con un sentido crítico o como mero testigo, pero en muchas de sus obras describe la forma de vida de los británicos colonialistas en diversas zonas del orbe, precisamente en el contexto de la decadencia de imperialismo británico. Desnuda la forma de vida de una sociedad con aires victorianos, vidas hipócritas, intrigas, estrategias políticas, todo confluye en la disolución del imperialismo tal y como se conocía hasta el momento, para dar paso tras la segunda guerra mundial a nuevas formas de relaciones internacionales, en la que, tras una clara polarización que no cesará hasta 1989, los Estados Unidos predominan con una estrategia de transcapitalización que se convierte en la punta de lanza de las nuevas formas de imperialismo. William Somerset Maugham (París, 25 de enero de 1874 - Niza, 16 de diciembre de 1965) fue novelista, dramaturgo y escritor de cuentos en lengua inglesa. Fue uno de los escritores más populares de la década de 1930 y el mejor pagado. Ah King escrito en 1933 es una colección de historias. Cuentos sobre la vida en las zonas del Pacífico Sur, los estados Malayos y las islas Polinesias. La interacción de los colonos con los naturales y con las culturas adyacentes. Explora en Ah King, el amor, las motivaciones de los migrantes, la decadencia en sí de un sistema sociomoralista que se desmorona en el período entreguerras. Llaman la atención de este volumen dos de sus historias, ambas relacionadas directamente con el amor. Una de ellas es La Bolsa de Libros que narra una historia de tintes incestuosos y el drama terrible que causa en la vida de cuatro personas así como la impresión dejada en los conciudadanos, tras un desenlace impactante. Así mismo, una graciosa historia de la hermana de un Pastor anabaptista y su hermana, que se enredan en una trama pícara e inesperada con un libertino, migrante como ellos, con un final inesperado. Tras una noche de espanto, que es el título de este relato, su autor sin duda alguna hace gala de su privilegiada pluma y logra un relato pintoresco, entretenido y bastante crítico. Con Catalina da un vuelco impresionante y ubica una historia novelada en la España del Siglo XVI, donde su personaje central, Catalina, tiene un día una visión que cambiara su vida al pie de la Iglesia del Convento de las Carmelitas, donde tras llorar intensamente, una mujer de singular belleza y mirada profunda y límpida, le afirma que en su pueblo de Castel Rodríguez sólo existe una persona capaz de curarla. Catalina es una historia llena de fe y de amor, un giro interesantísimo en la novelezca de Somerset Maugham, pues pinta una España Medieval en la que si bien es cierto reina la inquisición, también tiene color, es pintoresca y pletórica de personajes que transcurren en la cotidianidad de sus ocupaciones de acuerdo a su visión y percepción de la vida. Una excelente novela, y en verdad una gran obra literaria, producto sin duda de las lecturas de su autor y de un conocimiento y estudio profundo de la España inmediatamente prerrenacentista, y que el autor sabiamente contextualiza, en un llamativo juego intertextual, con la época en que Cervantes ubica a El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha.
miércoles, 21 de octubre de 2009
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