El próximo dos de noviembre, en el marco de las elecciones legislativos del Estado de California, Estados Unidos, se dará la posiblidad a los electores de decidir sobre la legalización del uso de la marihuana en su variedad de cannabis sativa. Un interesante artículo firmado por Amy Ross, aparece en la revista PROA, del diario costarricense La Nación de este domingo 31 de octubre. Sin duda alguna, esta iniciativa, conocida Propuesta 19 puede marcar un hito en lo que a este controversial tema se refiere. En la actualidad es relativamente extendida la tolerancia y despenalización del consumo de esta planta, anatemizada por mcuhos e incomprendida por la mayoría. He aquí algunos extractos del artículo en mención:
Propuesta 19 es el nombre de la famosa –o infame– iniciativa ciudadana que se certificó en marzo de este año, luego de que sus impulsores le presentaran a la secretaria de estado de California, Debra Bowen, casi 700.000 firmas que respaldaban la petición. El polémico documento propone legalizar el consumo personal de la marihuana (proveniente de la planta Cannabis sativa) entre personas mayores de 21 años, mientras este se haga en un espacio privado o un establecimiento público con licencia.
La iniciativa establece que sería legal poseer, procesar y trasladar hasta una onza de marihuana (equivalente a 28,5 gramos y suficiente para elaborar alrededor de 60 porros), y permitiría el cultivo de la yerba en propiedad privada, en un área de 25 pies cuadrados o menos (unos ocho metros cuadrados).
Otra novedad de la Propuesta 19 es que les permitiría a los gobiernos legales regular la venta de marihuana, siempre que esta no supere una onza, y cobrar impuestos a actividades vinculadas con el negocio. La medida prohíbe la compra, venta y obsequio de cannabis a jóvenes entre los 18 y 20 años y deja intactos los estatutos criminales existentes sobre el suministro de la droga a menores de edad.
Otra novedad de la Propuesta 19 es que les permitiría a los gobiernos legales regular la venta de marihuana, siempre que esta no supere una onza, y cobrar impuestos a actividades vinculadas con el negocio. La medida prohíbe la compra, venta y obsequio de cannabis a jóvenes entre los 18 y 20 años y deja intactos los estatutos criminales existentes sobre el suministro de la droga a menores de edad.
Encrucijada legal
La legalización de la marihuana metería a California en una maraña legal a nivel federal, pues el estado aún sería sujeto de la Ley de Sustancias Controladas (CSA por sus siglas en inglés), promulgada por el Congreso en 1970, que califica la posesión de la marihuana, en cualquier cantidad, como delito. En el 2005, la Corte Suprema de EE.UU. confirmó la facultad del gobierno federal de procesar el consumo de marihuana medicinal, incluso en los 13 estados que lo permiten. Por ello, durante el gobierno de Bush, los dispensarios de marihuana californianos regularmente se enfrentaban a allanamientos de agentes federales antidrogas.
La entrada de Barack Obama a la Casa Presidencial vino acompañada de una nueva directriz en la cual se instruyó a los fiscales federales de desistir de procesar a los usuarios de marihuana medicinal que cumplían con la regulación de su estado. Sin embargo, la legalización de la marihuana recreativa es harina de otro costal y el Fiscal General Eric Holder así lo advirtió en una carta dirigida a exfuncionarios de la Dirección Estadounidense Antidrogas.
“El Departamento de Justicia se opone firmemente a la Propuesta 19 que, si se aprueba, complicará enormemente los esfuerzos federales antidrogas, en detrimento de nuestros ciudadanos”, sentenció Holder. “Aplicaremos vigorosamente la CSA contra los individuos y organizaciones que posean, manufacturen o distribuyan marihuana para uso recreativo, incluso si esas actividades se permiten en las leyes estatales”, agregó. La Propuesta 19 presenta una inconsistencia con tratados internacionales como la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas que EE.UU. ratificó en febrero de 1990. Para aprobarse la ley, al menos el 50% de los votantes californianos deben respaldarla con su voto. Múltiples encuestas realizadas entre abril y setiembre le daban una victoria contundente a la Propuesta 19, pero las cifras del último mes sugieren que la tortilla se volcó.
Datos publicados por Los Angeles Times esta semana favorecen a la oposición, dándole el gane con un 51% de los votantes en contra de la medida. La publicación atribuye la caída en la popularidad de la ley a la baja inversión que han hecho los promotores en anuncios televisivos durante el último mes. Por ahora, nada está escrito en piedra. Los indecisos aún constituyen el 10% de los californianos, de los cuales casi la mitad reporta haber probado el cannabis. Lo que sí es seguro es que si en algún lado se puede aprobar una ley que legalice la marihuana, es en California.
La legalización de la marihuana metería a California en una maraña legal a nivel federal, pues el estado aún sería sujeto de la Ley de Sustancias Controladas (CSA por sus siglas en inglés), promulgada por el Congreso en 1970, que califica la posesión de la marihuana, en cualquier cantidad, como delito. En el 2005, la Corte Suprema de EE.UU. confirmó la facultad del gobierno federal de procesar el consumo de marihuana medicinal, incluso en los 13 estados que lo permiten. Por ello, durante el gobierno de Bush, los dispensarios de marihuana californianos regularmente se enfrentaban a allanamientos de agentes federales antidrogas.
La entrada de Barack Obama a la Casa Presidencial vino acompañada de una nueva directriz en la cual se instruyó a los fiscales federales de desistir de procesar a los usuarios de marihuana medicinal que cumplían con la regulación de su estado. Sin embargo, la legalización de la marihuana recreativa es harina de otro costal y el Fiscal General Eric Holder así lo advirtió en una carta dirigida a exfuncionarios de la Dirección Estadounidense Antidrogas.
“El Departamento de Justicia se opone firmemente a la Propuesta 19 que, si se aprueba, complicará enormemente los esfuerzos federales antidrogas, en detrimento de nuestros ciudadanos”, sentenció Holder. “Aplicaremos vigorosamente la CSA contra los individuos y organizaciones que posean, manufacturen o distribuyan marihuana para uso recreativo, incluso si esas actividades se permiten en las leyes estatales”, agregó. La Propuesta 19 presenta una inconsistencia con tratados internacionales como la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas que EE.UU. ratificó en febrero de 1990. Para aprobarse la ley, al menos el 50% de los votantes californianos deben respaldarla con su voto. Múltiples encuestas realizadas entre abril y setiembre le daban una victoria contundente a la Propuesta 19, pero las cifras del último mes sugieren que la tortilla se volcó.
Datos publicados por Los Angeles Times esta semana favorecen a la oposición, dándole el gane con un 51% de los votantes en contra de la medida. La publicación atribuye la caída en la popularidad de la ley a la baja inversión que han hecho los promotores en anuncios televisivos durante el último mes. Por ahora, nada está escrito en piedra. Los indecisos aún constituyen el 10% de los californianos, de los cuales casi la mitad reporta haber probado el cannabis. Lo que sí es seguro es que si en algún lado se puede aprobar una ley que legalice la marihuana, es en California.
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