Una encuesta publicada en el diario costarricense La Nación del pasado 2 de febrero de 2010, da cuenta de un empate técnico en el segundo lugar, alcanzando de esta manera el candidato del PAC, Ottón Solís, al derechista Otto Guevara, que presenta un descenso de 7,9 puntos porcentuales, en tanto Laura Chinchilla alcanzaría un 41,9%. Considerando el margen de error hacia abajo (3,2%), pondría, de acuerdo a este diario, las posibildades de que se realice una segunda ronda en un 20%. Guevara, alarmado afirmó que estas consultas son manipuladas, en respuesta a la baja de más de siete puntos porcentuales que pres
entaría. Entre tanto, sí se realizará una segunda ronda, ambos candidatos perderían, supuestamente por un margen de más de 10 puntos porcentuales ante Laura Chinchilla. Entre tanto, el abstencionismo se calcula en alrededor de un 35%, que es en realidad el patrón de las últimas elecciones. Este hecho resulta importantísimo, pues este porcentaje de apatía que se proyecta revela el descrédito en que han caído los políticos costarricenses, pues es mucho más allá de lo que se proyecta para el segundo y el tercer lugar. Una segunda ronda, por demás, implicaría un acrecentamiento del gasto en materia electoral, mayores compromisos económicos para los partidos participantes pero a la vez revelaría los verdaderos compromisos de los aspirantes con sus electores. Es muy posible
que las probabilidades sean mayores, y que, en realidad como dice el candidato del ML, sea un sondeo manipulado. En general reina escepticismo en el tema de las encuestas. Lo que sí es cierto es que Laura Chinchilla parece la más cercana a la victoria entre todos los candidatos. Una segunda ronda podría traer sorpresas importantes, y el esfuerzo de los partidos políticos deberían encaminarse a lograr ese objetivo. Por otro lado, las proyecciones en la conformación del parlamento siguen la tendencia de una Asamblea Legislativa bastante fragmentada en cuanto a divisa política se refiere, pero en la que sin duda alguna el neoliberalismo tendrá el control, y muy posiblmente, se siga en el concubinato Liberacionista-Libertario con el que ha funcionado la presente administración, con la diferencia de que los libertarios tendrán, al parecer, una mayor participación.
Una encuesta publicada en el diario costarricense La Nación del pasado 2 de febrero de 2010, da cuenta de un empate técnico en el segundo lugar, alcanzando de esta manera el candidato del PAC, Ottón Solís, al derechista Otto Guevara, que presenta un descenso de 7,9 puntos porcentuales, en tanto Laura Chinchilla alcanzaría un 41,9%. Considerando el margen de error hacia abajo (3,2%), pondría, de acuerdo a este diario, las posibildades de que se realice una segunda ronda en un 20%. Guevara, alarmado afirmó que estas consultas son manipuladas, en respuesta a la baja de más de siete puntos porcentuales que pres
entaría. Entre tanto, sí se realizará una segunda ronda, ambos candidatos perderían, supuestamente por un margen de más de 10 puntos porcentuales ante Laura Chinchilla. Entre tanto, el abstencionismo se calcula en alrededor de un 35%, que es en realidad el patrón de las últimas elecciones. Este hecho resulta importantísimo, pues este porcentaje de apatía que se proyecta revela el descrédito en que han caído los políticos costarricenses, pues es mucho más allá de lo que se proyecta para el segundo y el tercer lugar. Una segunda ronda, por demás, implicaría un acrecentamiento del gasto en materia electoral, mayores compromisos económicos para los partidos participantes pero a la vez revelaría los verdaderos compromisos de los aspirantes con sus electores. Es muy posible 
que las probabilidades sean mayores, y que, en realidad como dice el candidato del ML, sea un sondeo manipulado. En general reina escepticismo en el tema de las encuestas. Lo que sí es cierto es que Laura Chinchilla parece la más cercana a la victoria entre todos los candidatos. Una segunda ronda podría traer sorpresas importantes, y el esfuerzo de los partidos políticos deberían encaminarse a lograr ese objetivo. Por otro lado, las proyecciones en la conformación del parlamento siguen la tendencia de una Asamblea Legislativa bastante fragmentada en cuanto a divisa política se refiere, pero en la que sin duda alguna el neoliberalismo tendrá el control, y muy posiblmente, se siga en el concubinato Liberacionista-Libertario con el que ha funcionado la presente administración, con la diferencia de que los libertarios tendrán, al parecer, una mayor participación. 
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