Jorge Debravo. -Dos poemas-

Queja para la amiga ausente
La noche, sin tu cuerpo y tu ternura
es una agua de muerte que maltrata.
Me acuesta en larga cama de amargura
y me coge el amor y me lo mata.
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Por que la noche, hermana, amiga mía,
sin ti es un gran país desesperado,
donde sólo hay caminos de agonía
y cuchillos de miedo en el mercado
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Porque la noche, esposa, si estás lejos,
es una larga calle sin aceras
donde vagan mis besos como viejos
con coágulos de muerte en las ojeras.
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Por que la noche, amiga, sin tus besos,
sin tus panes de amor, sin tus regazos,
me toma las manos y los huesos
y se divierte haciéndome pedazos.

Nocturno de las noches amargas
Mujer, hay noches largas, largas, largas...
Todo nos huele a frío, a sangre, a tumba,
nos obsequian las frutas más amargas
y un demonio de miedo nos retumba.
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Entonces, ni las voces más queridas,
ni las casas más llenas de ventanas,
nos pueden contener las mil heridas
que nos sangran semanas y semanas...
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Hace falta algo grande. Alguna cosa
que nos entre de golpe, estrepitosa,
fatal río de volcanes, mundos, besos.
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Y pedimos a gritos dioses, ojos,
recuerdos de dolor, papeles rojos
y una mujer que anide en nuestros huesos.
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De: El grito mas humano.